1.-Amarás a tus hijos, sea cual fuere su orientación sexual, por sobre todas las cosas en este mundo.
2.-Intentarás con todo tu raciocinio, con todo tu corazón y con muchísima paciencia, comprender y aceptar su orientación sexual.
3.-No te entrometerás en sus asuntos privados, precisamente porque son privados, y merecen respeto.
4.-No juzgarás a tu hija o hijo homosexual, porque no te gustaría que te juzguen a tí por amar a tu pareja.
5.-No hurgarás en sus cosas personales porque tienen derecho a la intimidad, como tú lo tienes.
6.-No los abandonarás porque el abandono conduce a la más profunda soledad y a la depresión; y esto puede llevar a tu hija o hijo, al consumo de drogas y alcohol para tratar de ahogar el dolor que le producirá el sentirse abandonado por sus padres.
7.-Aprenderás junto con él o ella, a reírte de sus ocurrrencias, de sus bromas homosexuales, de sus íconos, porque no hay mejor remedio para todos los líos y pesares que reírse de los mismos.
8.-Defenderás a tu hija o hijo homosexual de todos los chismes y maledicencias de la gente, como sólo tú sabes hacerlo, porque tienen derecho al buen nombre y a la buena honra como todo ser humano, y porque no hay mejor manera de callar las habladurías y los chismes que, andar con la frente en alto y con la verdad por delante.
9.-No te sentirás culpable por su orientación sexual, porque la libertad y el amor no pueden ir contra la naturaleza de los seres.
10.- Por último, vivirás alegre, disfrutarás de los éxitos de tus hijos, sean o no sean heterosexuales, y serás lo suficientemente sabio como para estar a su lado para ayudarlos y acompañarlos a salir victoriosos de sus fracasos, y así ¡serás amado y respetado lo que te quede de vida!
Tomado de: Hijos homosexuales.